11 de diciembre de 2011

cartas de amor

Hace muchos años cuando todavía era muy jovencita leí en un libro de  historia argentina unas cartas de amor escritas por la esposa de Mariano Moreno a este luego que se embarco rumbo a Europa, viaje en el cual Moreno fallece, dichas cartas tienen la característica de no haber sido leídas por su destinatario pues la primera de ellas esta fechada varios días después  de la fecha de fallecimiento.Fue para mi personalmente el conocimiento de estas misivas algo muy especial, pues me encontraba yo alejada de mi esposo y con el tiempo estas tomaron un valor mucho mas grande porque me llegue a sentir identificada con todos los sentimientos expresados en sus lineas y mucho mas con la circunstancia que acompaño a estas.
Por ser una romántica incurable y seguir creyendo en el amor a pesar de todo, hoy quiero transcribir algunos párrafos de estas y otras cartas de amor hermosas de aquellos grandes hombres que han pasado a la historia y que a veces olvidamos que también ellos amaron y fueron amados.
Aquí van algunas:
    De Maria Guadalupe Cuenca (esposa de Mariano Moreno)
      "Mi querido y estimado dueño de mi corazón me alegrare que lo pases bien y que al recivo de esta estés ya en tu gran casa con comodidad y que Dios te dé acierto en tus empresas... se me aumentan mis males al verme sin vos y de pensar morirme sin verte y sin tu amable compania, todo me fastidia, todo me entristece...las bromas  me enternecen por que tengo el corazón más pa llorar qe pa reír..."...la casa me parece sin gente, no tengo gusto para nada de considerar que estés enfermo o triste sin tener tu mujer y tu hijo que te consuelen y participen de tus disgustos...yo estaré llorando como estoy, y sufriendo tu separación que me parece la muerte, expuesta a la cólera de nuestros enemigos, y vos divertido, y encantado, con tu inglesa...(aquí podemos leer como expresa los celos que le produce pensarlo en brazos de una inglesa y olvidandola  a ella).....cada día se aumenta más mi pesadumbre al ver que se cumplen cuatro meses, diez y ocho días, de tu salida, y todavía no tengo el consuelo de recibir carta tuya...(lineas escritas en Junio ).....no solo no te tengo a mi lado sino que no sé si te volveré a ver, y quién sabe si mientras esta ausencia no nos moriremos alguno de los dos, pero en caso de que llegue la hora sea a mí Dios mío, y no a mi Moreno...(también escrito en Junio y ya casi sospechando que no lo volvería a ver, su corazón de enamorada esposa le avisaba que algo había sucedido)
... será mejor me mandes buscar; no dejes de escribirme todo lo que te pasa, ábreme tu corazón como a tu mujer e interesada en todas tus cosas; basta de guardar secretos a mí, cumple con tus obligaciones de cristiano, no te olvides de mí, ve modo de que nos veamos pronto allá o aquí, porque sin vos no puedo vivir... nada es capaz de distraerme un punto de vos, en vos solo, después de Dios, está todo mi pensamiento, sola la esperanza y los deseos de volverte a ver me tienen viva, si me amas de veras, por vos mismo puedes sacar lo que cuesta esta nuestra separación, y si no te parece mal que te diga, que me es más sensible a mí que a vos, porque siempre he conocido que yo te amo más, que vos a mi, perdóname, mi querido Moreno, si te ofendo con esta palabra, no tengo más que decirte, recibe memoria de todas, y dáselas a Manuel; tu hijo está estudiando a ayudar misa, procura que nos veamos pero me parece que aquí no puede ser, porque cada día va peor, hazme llevar; adiós, mi Moreno, no te olvides de mí, tu mujer..." 

 Esta es la última carta escrita por Maria Guadalupe "Mariquita" a su amado Moreno dueño de su corazón, ignorante del triste final que su amor había sufrido el 4 de Marzo de 1811.En Agosto  le llega la noticia y estas cartas son devueltas por su cuñado que las había ido recibiendo en Londres  y son guardadas por su familia por mucho tiempo y salen publicadas en 1967 en un libro llamado" Cartas que nunca llegaron" 
Otras hermosas declaraciones de amor son las de Ludwig van Beethoven a su amada Josephine:
"...“Mi ángel, mi todo, mi yo verdadero…”... estas eran sus maneras de expresar la adoración y la pasión que sentía este grande de la música que al estar frente a su amada se empequeñecía y se sentía un don nadie...
..."aqui le hago la solemne promesa de que en un corto tiempo yo podre estar parado en frente suyo, mas merecedor de mi mismo y de usted...oh si solamente usted pudiera darle valor a esto, quiero decir de fundar mi felicidad por medio de su amor, aumentarla ...oh amada...no es el simple deseo por el otro sexo lo que me atrae hacia usted,no, es solo usted y su completo ser,con todas sus cualidades individuales...esto ha conquistado mi afecto...ha atado mis sentimientos...todo mi poder emocional hacia usted...cuando me acerque a usted en un principio con la firme convicción de que ni una chispa de amor apareciera en mi.Pero usted me ha conquistado...Dios bendito hay tantas cosas que amaría poder decirle...cuanto pienso en usted...que siento por usted...pero que débiles y pobres son las palabras...al menos las mías...Oh, usted,usted me hace tener la esperanza de que su corazón ...va a latir por mi largo tiempo...el mio  solo podrá dejar de latir por usted, cuando ya no lata mas...amada J. le mando todos mis buenos deseos...pero tambien espero que a través mio usted pueda conseguir algo de felicidad...de otro modo yo seria ciertamente egoísta.."
En un momento al despedirse le reclama a su amada su poco amor diciendo:"la amo tan cariñosamente como usted no me ama"
transcribo una muy conocida carta de nuestro admirado musico a su amada Josephine:
Incluso cuando estoy en la cama
mis pensamientos van a hacia ti,
mi eternamente querida,
ahora y entonces alegremente,
después otra vez tristemente,
esperando para saber
si el Destino oirá nuestra plegaria,
para hacer frente
la vida que debo vivir
en conjunto contigo
o nunca verte.
Sí, estoy resuelto
a ser un extranjero vagabundo
hasta que pueda volar a tus brazos
y decir que he encontrado
mi hogar verdadero con usted
y envuelto en tus brazos
puedo dejar que mi alma flote
hasta el reino de almas bendecidos.
Ay!, desafortunadamente debe ser así.
Debes estar tranquila,
tanto más pues sabes que te soy fiel;
ninguna otra mujer podrá nunca
poseer mi corazón,
nunca, nunca.
Oh Dios, por qué debe uno ser separado
de aquella que le es tan querida.
Para más, mi vida en Viena
es actualmente desgraciada.
Tu amor me ha hecho el más feliz
y el más infeliz de los mortales.
A mi edad necesito estabilidad
y regularidad en mi vida,
puede esto coexistir con nuestra relación?
Ángel, acabo de oír que va el correo cada día,
y por lo tanto debo cerrar ésta,
de modo que puedas recibirla inmediatamente.
Mantente tranquila;
solamente al considerar tranquilamente
que nuestras vidas podremos alcanzar
nuestro propósito de vivir juntos.
Mantente tranquila, ámame, hoy, ayer.
Qué nostalgia llena de lágrimas por ti,
por ti, por ti, mi vida, mi todo.
Todos los buenos deseos a ti.
Oh, continúa amándome,
nunca juzgues mal
el corazón fiel de tu amado.
Siempre tuyo
Siempre mía
Siempre de ambos

Por último hablare de otro famoso de la historia conocido como conquistador implacable e insaciable, temido por los pueblos cuyas acciones transformaron el mundo, pero que a la hora de amar también rogaba y reclamaba y se deshacía de amor pensando en su adorada en este caso otra Josephine, me refiero a Napoleón Bonaparte. He aquí una carta de amor de este emperador:
    "No le amo, en absoluto; por el contrario, le detesto, usted es una sin importancia, desgarbada, tonta Cenicienta. Usted nunca me escribe; usted no ama a su propio marido; usted sabe qué placeres sus las letras le dan, pero ¡aún así usted no le ha escrito seis líneas, informales, a las corridas! 

¿Qué usted hace todo el dia, señora? ¿Cuál es el asunto tan importante que no le deja tiempo para escribir a su amante devoto? ¿Qué afecto sofoca y pone a un lado el amor, el amor tierno y constante amor que usted le prometió? ¿De qué clase maravillosa puede ser, que nuevo amante reina sobre sus días, y evita darle cualquier atención a su marido? ¡Josephine, tenga cuidado! Una placentera noche, las puertas se abrirán de par en par y allí estaré. 

De hecho, estoy muy preocupado, mi amor, por no recibir ninguna noticia de usted; escríbame rápidamente sus páginas, paginas llenas de cosas agradables que llenarán mi corazón de las sensaciones más placenteras. 

Espero dentro de poco tiempo estrujarla entre mis brazos y cubrirla con un millón de besos debajo del ecuador. "
 

Cuando es el corazón el que ordena y no hay quien se le resista.Cuando el amor golpea a la puerta no habrá grandes ni pequeños solo habrá hombres y mujeres deseosos de amar y ser amados. Que diferente sería la historia de la humanidad si hubiera sido el amor el que reinara y que todos los actos del hombre hubieran estado basados en este sentimiento tan noble. 
Porque amé y fuí muy amada, porque supe de entregar la vida sabiéndome dueña a la vez de aquel que me amaba, por que creo en el amor y lo defiendo es que hoy quise escribir sobre estos romances y sobre estas pruebas de amor escritas.

En algun momento al despedirse le reclama a su amda pues se siente poco amado diciendoOaquí le hago laesponderme eienso en usted ----- qué siento

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