30 de agosto de 2014

The Beatles - Across The Universe



Las palabras fluyen como lluvia dentro de una taza de papel

se deslizan al pasar se desvanecen a través del universo.

Charcos de tristeza, olas de felicidad pasan por mi mente 
dominándome y acariciándome.

(ESTRIBILLO)
Jai guru deva a om
Nada va a cambiar mi mundo
Nada va a cambiar mi mundo
Nada va a cambiar mi mundo
Nada va a cambiar mi mundo

Imágenes de luz vacilante
que bailan frente a mí como un millón de ojos
me llaman y me llaman a través del universo.

Pensamientos serpenteantes como un viento inquieto dentro de un buzón
se tambalean ciegamente mientras recorren su camino
a través del universo

(ESTRIBILLO)

Sonidos de risas, 
sombras de la tierra
vienen a mi mente 
incitándome e invitándome
Infinito e inmortal amor que brilla a mi alrededor como un millón de soles
que me llaman y me llaman a través del universo

25 de agosto de 2014

Vida


Después de todo, todo ha sido nada,

a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo,
supe que todo no era más que nada.

Grito: '¡todo!', y el eco dice '¡nada!'.
Grito'¡nada'!, y el eco dice '¡todo!'.
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada).

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

José Hierro


23 de agosto de 2014

NO TE DETENGAS

"No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ..."

de Walt Whitman

16 de agosto de 2014

[OFFICIAL VIDEO] Una Palabra- Carlos Varela [VIDEO OFICIAL]





.... Una verdad no dice nada 

y al mismo tiempo lo esconde todo 
como una hoguera que no se apaga 
como una piedra que nace polvo ....

10 de agosto de 2014

Especialista en Igualdad: Discurso de Clara Campoamor en las Cortes el 1 de ...

Especialista en Igualdad: Discurso de Clara Campoamor en las Cortes el 1 de ...:                     Antes de                

Discurso de Clara Campoamor en las Cortes el 1 de octubre de 1931

" Señores diputados: lejos yo de censurar ni de atacar las manifestaciones de mi colega, señorita Kent, comprendo, por el contrario, la tortura de su espíritu al haberse visto hoy en trance de negar la capacidad inicial de la mujer (Rumores); al verse en el trance de negar, como ha negado,la capacidad inicial de la mujer (Continúan los rumores). Creo que por su pensamiento ha debido de pasar, en alguna forma, la amarga frase de Anatole France cuando nos habla de aquellos socialistas que, forzados por la necesidad, iban al Parlamento a legislar contra los suyos (Nuevos rumores).

Respecto a la serie de afirmaciones que se han hecho esta tarde contra el voto de la mujer, he de decir, con toda la consideración necesaria, que no están apoyadas en la realidad. Tomemos al azar algunas de ellas. ¿Que cuándo las mujeres se han levantado para protestar de la guerra de Marruecos? Primero: ¿y por qué no los hombres? Segundo: ¿quién protestó y se levantó en Zaragoza cuando la guerra de Cuba más que las mujeres? ¿Quién nutrió la manifestación pro responsabilidades del Ateneo, con motivo del desastre de Annual, más que las mujeres, que iban en mayor número que los hombres? (Rumores).

¡Las mujeres! ¿Cómo puede decirse que cuando las mujeres den señales de vida por la República se les concederá como premio el derecho a votar? ¿Es que no han luchado las mujeres por la República? ¿Es que al hablar con elogio de las mujeres obreras y de las mujeres universitarias no está cantando su capacidad? Además, al hablar de las mujeres obreras y universitarias, ¿se va a ignorar a todas las que no pertenecen a una clase ni a la otra? ¿No sufren éstas las consecuencias de la legislación? ¿No pagan los impuestos para sostener al Estado en la misma forma que las otras y que los varones? ¿No refluye sobre ellas toda la consecuencia de la legislación que se elabora aquí para los dos sexos, pero solamente dirigida y matizada por uno? ¿Cómo puede decirse que la mujer no ha luchado y que necesita una época, largos años de República, para demostrar su capacidad? Y ¿por qué no los hombres? ¿Por qué el hombre, al advenimiento de la República, ha de tener sus derechos y han de ponerse en un lazareto los de la mujer?

Pero, además, señores diputados, los que votasteis por la República, y a quienes os votaron los republicanos, meditad un momento y decid si habéis votado solos, si os votaron sólo los hombres. (Varios diputados: "Sí". Otros señores diputados. "No") ¿Ha estado ausente del voto la mujer? Pues entonces, si afirmáis que la mujer no influye para nada en la vida política del hombre, estáis -fijaos bien- afirmando su personalidad, afirmando la resistencia a acatarlos. ¿Y es en nombre de esa personalidad, que con vuestra repulsa reconocéis y declaráis, por lo que cerráis las puertas a la mujer en materia electoral? ¿Es que tenéis derecho a hacer eso? No; tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el derecho natural fundamental, que se basa en el respeto a todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder; dejad que la mujer se manifieste y veréis como ese poder no podéis seguir detentándolo.(El Sr. Tapia: "Se manifiesta en las procesiones"). En las procesiones, Sr. tapia, van muchos más hombres que mujeres. 

¿Es que no les remuerde la conciencia a ninguno de los señores diputados republicanos presentes de haber pasado a la Historia en fotografías llevando el palio en una procesión? (Muy bien). Pues no hablemos de esas cosas, porque lo que aquí importa es el principio (el Sr. Pérez Madrigal: lo que importa es la República). Ése es el principio. A mí, Sr. Pérez Madrigal, la República me importa tanto, por lo menos –y digo por lo menos, por consideración respetuosa– que a su SS y precisamente porque la República me importa tanto, entiendo que sería un gravísimo error político apartar a la mujer del derecho de voto (Sr. Pérez Madrigal: la restauración es lo mismo que conceder el voto a la mujer). Está equivocado Su Señoría; cuanto SS afirma en ese sentido es una hipótesis... (El Sr Pérez Madrigal: tan respetable como la de S.S:) y frente a esa hipótesis yo tengo la mía: la de la conciencia, la de la fe, la del fervor; no tiene derechoSS, en nombre de esa hipótesis, a cerrar el paso a más dela mitad de la raza española.

(El Sr. Presidente: Ruego a la Cámara que guarde silencio)

Yo ruego a la Cámara que me escuche en silencio; no es con agresiones y no es con ironías como vais a vencer mi fortaleza; la única cosa que yo tengo aquí ante vosotros, Sres. Diputados, que merezca la consideración y acaso la emulación es precisamente defender un derecho a que me obliga mi naturaleza y mi fe, con tesón y con firmeza (Muy bien. Aplausos). No quisiera recoger interrupciones para no alargar la  discusión; pero, puesto que he oído en el aire que «dentro de un año» ¿es que creéis que dentro de un año la mujer sí iba a estar capacitada? ¿Es que creéis que para esa época vais a conquistar su ideología? ¿Pues por qué no empezáis la cruzada rápidamente, para conquistarla antes? ¿Es que para vencer esa naturaleza acaso necesitáis el plazo de un año?

Se lanzaba ayer desde esos bancos (señalando a los de la minoría radical socialista) el nombre de la telefonista de Eyerbe, diciendo que se convirtió en espía; frente a ésos cito como símbolo el de otra mujer, el de Mariana de Pineda (Rumores).

Pero vengamos a la pura esfera de los principios. He de comenzar por decir, Sres. Diputados, que mi situación especial en la Cámara, precisamente, es un poco la de Saturno, la de devorar mis argumentos; yo no quisiera que sobre la Cámara se sintiera la pesadumbre de la mujer.

De aquí que, en vez de extenderme en refutar por menudo, como podría hacer, los argumentos vertidos, haya de concretarme, precisamente por temor a cansaros, a remitirme a lo que ayer os dije. Me encuentro en esa posición en que nosotros los abogados hemos visto tantas veces al delincuente en el banquillo de los acusados: le sobran, acaso, razones, argumentos para contrarrestar las acusaciones; pero solo frente a todos, tal vez cree que debe congraciarse un poco con el silencio y su timidez vence a su natural obligación de defensa. Por eso he de limitar mi intervención en la tarde de hoy.

No se trata aquí esta cuestión desde el punto de vista del principio, que harto claro está, y en vuestras conciencias repercute, que es un problema de ética, de pura ética reconocer a la mujer, ser humano, todos sus derechos, porque ya desde Fitche, en 1796, se ha aceptado, en principio también, el postulado de que sólo aquel que no considere a la mujer un ser humano es capaz de afirmar que todos los derechos del hombre y del ciudadano no deben ser los mismos para la mujer que para el hombre. Y en el Parlamento francés, en 1848, Victor Considerant se levantó para decir que una Constitución que concede el voto al mendigo, al doméstico y al analfabeto -que en España existe- no puede negárselo a la mujer. No es desde el punto de vista del principio, es desde el temor que aquí se ha expuesto, fuera del ámbito del principio -cosa dolorosa para un abogado-, como se puede venir a discutir el derecho de la mujer a que sea reconocido en la Constitución el de sufragio. Y desde el punto de vista práctico, utilitario, ¿de qué acusáis a la mujer? ¿Es de ignorancia? Pues yo no puedo, por enojosas que sean las estadísticas, dejar de referirme a un estudio del señor Luzuriaga acerca del analfabetismo en España.

Hace él un estudio cíclico desde 1868 hasta el año 1910, nada más, porque las estadísticas van muy lentamente y no hay en España otras. ¿Y sabéis lo que dice esa estadística? Pues dice que, tomando los números globales en el ciclo de 1860 a 1910, se observa que mientras el número total de analfabetos varones, lejos de disminuir, ha aumentado en 73.082, el de la mujer analfabeta ha disminuido en 48.098; y refiriéndose a la proporcionalidad del analfabetismo en la población global, la disminución en los varones es sólo de 12,7 por cien, en tanto que en las hembras es del 20,2 por cien. Esto quiere decir simplemente que la disminución del analfabetismo es más rápida en las mujeres que en los hombres y que de continuar ese proceso de disminución en los dos sexos, no sólo llegarán a alcanzar las mujeres el grado de cultura elemental de los hombres, sino que lo sobrepasarán. Eso en 1910. Y desde 1910 ha seguido la curva ascendente, y la mujer, hoy día, es menos analfabeta que el varón. No es, pues, desde el punto de vista de la ignorancia desde el que se puede negar a la mujer la entrada en la obtención de este derecho (Muy bien).

Otra cosa, además, al varón que ha de votar. No olvidéis que no sois hijos de varón tan sólo, sino que se reúne en vosotros el producto de los dos sexos. 

En ausencia mía y leyendo el diario de sesiones, pude ver en él que un doctor hablaba aquí de que no había ecuación posible y, con espíritu heredado de Moebius y Aristóteles, declaraba la incapacidad de la mujer. A eso, un solo argumento: aunque no queráis y si por acaso admitís la incapacidad femenina, votáis con la mitad de vuestro ser incapaz. Yo y todas las mujeres a quienes represento queremos votar con nuestra mitad masculina, porque no hay degeneración de sexos, porque todos somos hijos de hombre y mujer y recibimos por igual las dos partes de nuestro ser, argumento que han desarrollado los biólogos. Somos producto de dos seres; no hay incapacidad posible de vosotros a mí, ni de mí a vosotros. Desconocer esto es negar la realidad evidente. Negadlo si queréis; sois libres de ello, pero sólo en virtud de un derecho que habéis (perdonadme la palabra, que digo sólo por su claridad y no con espíritu agresivo) detentado, porque os disteis a vosotros mismos las leyes; pero no porque tengáis un derecho natural para poner al margen a la mujer.

Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros; a la mujer que, como ocurrió con otras fuerzas nuevas en la revolución francesa, será indiscutiblemente una nueva fuerza que se incorpora al derecho y no hay sino que empujarla a que siga su camino. No dejéis a la mujer que, si es regresiva, piense que su esperanza estuvo en la dictadura; no dejéis a la mujer que piense, si es avanzada, que su esperanza de igualdad está en el comunismo. No cometáis, señores diputados, ese error político de gravísimas consecuencias. Salváis a la República, ayudáis a la República atrayéndoos y sumándoos esa fuerza que espera ansiosa el momento de su redención.

Cada uno habla en virtud de una experiencia y yo os hablo en nombre de la mía propia. Yo soy diputado por la provincia de Madrid; la he recorrido, no sólo en cumplimiento de mi deber, sino por cariño, y muchas veces, siempre, he visto que a los actos públicos acudía una concurrencia femenina muy superior a la masculina, y he visto en los ojos de esas mujeres la esperanza de redención, he visto el deseo de ayudar a la República, he visto la pasión y la emoción que ponen en sus ideales. La mujer española espera hoy de la República la redención suya y la redención del hijo. No cometáis un error histórico que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar; que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar al dejar al margen de la República a la mujer, que representa una fuerza nueva, una fuerza joven; que ha sido simpatía y apoyo para los hombres que estaban en las cárceles; que ha sufrido en muchos casos como vosotros mismos, y que está anhelante, aplicándose a sí misma la frase de Humboldt de que la única manera de madurarse para el ejercicio de la libertad y de hacerla accesible a todos es caminar dentro de ella.

Señores diputados, he pronunciado mis últimas palabras en este debate. Perdonadme si os molesté, considero que es mi convicción la que habla; que ante un ideal lo defendería hasta la muerte; que pondría, como dije ayer, la cabeza y el corazón en el platillo de la balanza, de igual modo Breno colocó su espada, para que se inclinara en favor del voto de la mujer, y que además sigo pensando, y no por vanidad, sino por íntima convicción, que nadie como yo sirve en estos momentos a la República española. (Muy bien. Aplausos)


Instituto de la Mujer. Ministerio de Estudios Sociales MADRID, 1995.Las acotaciones, son tomasas de "El voto femnino y yo. Mi pecado mortal" de Clara Campoamor,  editado en 2010 por el Diario Público en la ColecciónPensamiento Crítico.

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10 mitos sobre la violencia de género

10 mitos sobre la violencia de género

Aunque resulte increíble dadas las cifras mundiales de violencias contra las mujeres en general y de violencias por parte de sus parejas masculinas, en particular, sigue habiendo multitud de mitos sobre la violencia de género que solo contribuyen a reproducirla y perpetuarla.


Violencia de género o violencia machista no son solo las muertes o los golpes. hay todo un patrón de conductas que deberían alertarnos y no podemos identificar porque nadie nos enseña. Una vez dentro de una relación violenta, la dificultad para salir es proporcional al tiempo que se lleva en ella.

Sería imposible analizar uno a uno todos esos mitos. Son distintos en cada país, en cada cultura. Se manifiestan de manera diferente en cada comunidad. Sin embargo, en los países occidentales u occidentalizados (a las buenas o a las malas, que sería otro debate) hay algunos que se repiten. Me referiré además a un contexto muy concreto: el de las parejas heterosexuales, y a la interpretación de violencia de género de la ley española.


Imagen desde: Psicothema 2012. Vol. 24, nº 4,
pp. 548-554 ISSN 0214 - 9915 www.psicothema.com




Son esos mitos, para ese tipo de sociedades en concreto, los que voy a señalar en este post. Hay más y estos pueden tener variantes, pero nos sirven a modo de guía para profundizar en los enlaces que intercalo y servirán, si lo desean, para ampliar información. El orden es puramente casual, no implica ni mayor cantidad, ni mayor importancia o repercusión. 


Mito 1. Un hombre no maltrata porque sí. Algo habrá hecho ella para provocar. Esto lleva a justificaciones sutiles como esas noticias en las que leemos "ella le abandonó" "Asesinada porque tenía un amante" "porque se fue con otro", "porque le quitó a sus hijos"... Está también esa otra parte tan perversa de "raro es que no lo haya hecho antes porque era insoportable", "yo no hubiera aguantado tanto", etc. que se unen a la perfección con el Mito 10 en un cóctel letal. Un hombre maltrata porque cree que está en su derecho de exigir por la fuerza un comportamiento determinado de su pareja a la que considera de su propiedad ("si no es mía no será de nadie", "le advertí que no me dejara...") 



Mito 2. Maltratadores y víctimas son personas de escasa cultura, bajo nivel de estudios y clase social desfavorecida. Aquí entra la categoría "porque son inmigrantes" (pero nadie se refiere a los de alto poder adquisitivo, obviamente). Pobreza y falta de recursos son factores de riesgo, pero el principal de esos factores de riesgo es uno: ser mujer. Las mujeres pobres no sufren más violencia pero sí tienen menos medios para salir de ella sin ayuda de la asistencia social o los recursos públicos. Las mujeres con posibilidades económicas suficientes pueden alejarse de su maltratador "sin escándalo" con relativa mayor facilidad y, salvo casos muy puntuales, su situación de víctimas no se hace pública. Si se hace, piensen en los casos de famosas de cualquier país que estallan de vez en cuando y cómo las tratan los medios y la opinión pública ¿no intentarían esconderlo en la medida de lo posible?.

Mito 3. Todos los hombres son violentos y cualquier hombre puede perder el control sin convertirse en un maltratador. La violencia no es un comportamiento inevitable (salvo en caso de patologías de las que se habla en el Mito 4). Si quien pierde el control lo pierde con su esposa y no con su jefe ¿no nos da alguna pista? Debemos, además, distinguir un episodio de ira aislado y único de las violencias continuadas (visibles o invisibles) que sustentan el ciclo de la violencia de género dentro de las parejas heterosexuales. Los accesos de ira son una alerta, no creas que aunque no hayas pegado nunca no eres maltratador, o que porque nunca te han puesto la mano encima no te están maltratando. 



Mito 4. Los maltratadores son enfermos mentales, o tienen algún tipo de adicciónFalso también. Menos del 10% de los casos de violencia de género son ocasionados por trastornos psicopatológicos según los estudios realizados por la OMS y en distintos países con resultados similares. Solo están enfermos de machismo, una enfermedad virulenta y contagiosa. En lo relativo a las adicciones ¿por qué entonces las personas adictas atacan a "sus" mujeres y no a otras personas? El uso o abuso del alcohol o las drogas puede ser un desencadenante, pero no es la causa. 

Mito 5. El maltratador ha tenido una infancia difícil, fue maltratado... en realidad no tiene la culpa. Aunque es un punto muy controvertido en el que la doctrina y las y los especialistas no alcanzan un acuerdo, ni todos los maltratadores fueron maltratados, ni todos los maltratados son hoy maltratadores. Por contra, muchos de ellos son hoy activistas contra laviolencia de género.

Mito 6. Es una cuestión de pareja, no somos quién para meternos en la vida privada de la gente. Escribo desde España y este mito, afortunadamente, se ha desterrado del imaginario social, no sin trabajo. Pero no es así en muchos países de nuestro entorno geográfico y cultural. El maltrato es un problema social y de salud pública de primera magnitud, que se arraiga en la estructura de las sociedades y que desde antes de nacer da privilegios y poder o lo quita en base a qué tenemos o no entre nuestras piernas (crudo, pero cierto).

Mito 7. Si se quedan será por algún motivo. Claro que sí; pero nunca los motivos que se imputan: no se quedan porque les gusta, ni porque no quieren trabajar, ni porque prefieren que las mantengan. ¿Se dan cuenta? Si quedan, será para que las mantengan. Si se van, es para que las mantengan. No se quedan porque son masoquistas y disfrutan con ello. Me recuerda esto, y no puedo dejar de pensarlo sin indignarme, la frase "sarna con gusto no pica" dicha respecto de un muy conocido caso de malos tratos en España por un académico de la lengua española, el nefando Pérez Reverte.


Mito 8. Ellas también maltratan a los hombres y lo hacen en la misma medida, o más. Tras este mito viene toda una retahíla de mitos machistas: las estadísticas de violencia están falseadas, la mayor parte de las denuncias son falsas, denuncian para conseguir dinero... todas desmentidas una y otra vez con pruebas que los grupos que las manifiestan se niegan a admitir. Laviolencia cometida por mujeres existe, es condenable y está condenada en todos los países del mundo, cosa que no se puede decir de las violencias de los hombres contra las mujeres. Lo que me pregunto es ¿incluso en el caso de que fuera idéntica, que no lo es, por qué cada vez que se habla de violencia machista la conversación acaba de nuevo poniendo el foco en los hombres no como maltratadores que es el mayor número de casos sino como víctimas? 


Mito 9. Las víctimas de violencia de género son mujeres pasivas que no hacen nada para salir de su situación y no saben lo que quieren. Lo hacen y lo hacen a costa de sus propias vidas. "Hacer" no es solo salir de la situación. Hacer es sobrevivir cuando están destrozadas emocionalmente, es protegerse en la medida de lo posible, es buscar ayuda.  Sobrevivir dentro de la relación es hacer. El proceso de toma conciencia desde las primeras fases en las que la violencia es sutil y se justifica en base a todo un entramado social y cultural que nos enseña a ello, es largo para las víctimas pero es un proceso activo


Mito 10. Los asesinatos por violencia de género son casos aislados.¿Casos aislados? El terrorismo machista ha matado en España más personas (mujeres, niñas y niños) que la banda terrorista ETA.  Quizás en algunos países maten a menos que en otros, pero una sola vida sería demasiada. Un asesinato es solo una punta de iceberg de un océanos de violencias cotidianas que destruyen la autoestima, generan un miedo paralizante e impiden desarrollarse como personas libres a las mujeres que los sufren cuando están vivas.


No podemos resucitar a las asesinadas, pero tenemos en nuestras manos que las demás sigan vivas. Una de las mejores herramientas es desterrar estas falacias, las falsas creencias sobre quiénes producen y padecen, por qué se llega y cómo se puede salir de la violencia de género. 

María S. Martín Barranco
@generoenaccion