10 de agosto de 2014

10 mitos sobre la violencia de género

10 mitos sobre la violencia de género

Aunque resulte increíble dadas las cifras mundiales de violencias contra las mujeres en general y de violencias por parte de sus parejas masculinas, en particular, sigue habiendo multitud de mitos sobre la violencia de género que solo contribuyen a reproducirla y perpetuarla.


Violencia de género o violencia machista no son solo las muertes o los golpes. hay todo un patrón de conductas que deberían alertarnos y no podemos identificar porque nadie nos enseña. Una vez dentro de una relación violenta, la dificultad para salir es proporcional al tiempo que se lleva en ella.

Sería imposible analizar uno a uno todos esos mitos. Son distintos en cada país, en cada cultura. Se manifiestan de manera diferente en cada comunidad. Sin embargo, en los países occidentales u occidentalizados (a las buenas o a las malas, que sería otro debate) hay algunos que se repiten. Me referiré además a un contexto muy concreto: el de las parejas heterosexuales, y a la interpretación de violencia de género de la ley española.


Imagen desde: Psicothema 2012. Vol. 24, nº 4,
pp. 548-554 ISSN 0214 - 9915 www.psicothema.com




Son esos mitos, para ese tipo de sociedades en concreto, los que voy a señalar en este post. Hay más y estos pueden tener variantes, pero nos sirven a modo de guía para profundizar en los enlaces que intercalo y servirán, si lo desean, para ampliar información. El orden es puramente casual, no implica ni mayor cantidad, ni mayor importancia o repercusión. 


Mito 1. Un hombre no maltrata porque sí. Algo habrá hecho ella para provocar. Esto lleva a justificaciones sutiles como esas noticias en las que leemos "ella le abandonó" "Asesinada porque tenía un amante" "porque se fue con otro", "porque le quitó a sus hijos"... Está también esa otra parte tan perversa de "raro es que no lo haya hecho antes porque era insoportable", "yo no hubiera aguantado tanto", etc. que se unen a la perfección con el Mito 10 en un cóctel letal. Un hombre maltrata porque cree que está en su derecho de exigir por la fuerza un comportamiento determinado de su pareja a la que considera de su propiedad ("si no es mía no será de nadie", "le advertí que no me dejara...") 



Mito 2. Maltratadores y víctimas son personas de escasa cultura, bajo nivel de estudios y clase social desfavorecida. Aquí entra la categoría "porque son inmigrantes" (pero nadie se refiere a los de alto poder adquisitivo, obviamente). Pobreza y falta de recursos son factores de riesgo, pero el principal de esos factores de riesgo es uno: ser mujer. Las mujeres pobres no sufren más violencia pero sí tienen menos medios para salir de ella sin ayuda de la asistencia social o los recursos públicos. Las mujeres con posibilidades económicas suficientes pueden alejarse de su maltratador "sin escándalo" con relativa mayor facilidad y, salvo casos muy puntuales, su situación de víctimas no se hace pública. Si se hace, piensen en los casos de famosas de cualquier país que estallan de vez en cuando y cómo las tratan los medios y la opinión pública ¿no intentarían esconderlo en la medida de lo posible?.

Mito 3. Todos los hombres son violentos y cualquier hombre puede perder el control sin convertirse en un maltratador. La violencia no es un comportamiento inevitable (salvo en caso de patologías de las que se habla en el Mito 4). Si quien pierde el control lo pierde con su esposa y no con su jefe ¿no nos da alguna pista? Debemos, además, distinguir un episodio de ira aislado y único de las violencias continuadas (visibles o invisibles) que sustentan el ciclo de la violencia de género dentro de las parejas heterosexuales. Los accesos de ira son una alerta, no creas que aunque no hayas pegado nunca no eres maltratador, o que porque nunca te han puesto la mano encima no te están maltratando. 



Mito 4. Los maltratadores son enfermos mentales, o tienen algún tipo de adicciónFalso también. Menos del 10% de los casos de violencia de género son ocasionados por trastornos psicopatológicos según los estudios realizados por la OMS y en distintos países con resultados similares. Solo están enfermos de machismo, una enfermedad virulenta y contagiosa. En lo relativo a las adicciones ¿por qué entonces las personas adictas atacan a "sus" mujeres y no a otras personas? El uso o abuso del alcohol o las drogas puede ser un desencadenante, pero no es la causa. 

Mito 5. El maltratador ha tenido una infancia difícil, fue maltratado... en realidad no tiene la culpa. Aunque es un punto muy controvertido en el que la doctrina y las y los especialistas no alcanzan un acuerdo, ni todos los maltratadores fueron maltratados, ni todos los maltratados son hoy maltratadores. Por contra, muchos de ellos son hoy activistas contra laviolencia de género.

Mito 6. Es una cuestión de pareja, no somos quién para meternos en la vida privada de la gente. Escribo desde España y este mito, afortunadamente, se ha desterrado del imaginario social, no sin trabajo. Pero no es así en muchos países de nuestro entorno geográfico y cultural. El maltrato es un problema social y de salud pública de primera magnitud, que se arraiga en la estructura de las sociedades y que desde antes de nacer da privilegios y poder o lo quita en base a qué tenemos o no entre nuestras piernas (crudo, pero cierto).

Mito 7. Si se quedan será por algún motivo. Claro que sí; pero nunca los motivos que se imputan: no se quedan porque les gusta, ni porque no quieren trabajar, ni porque prefieren que las mantengan. ¿Se dan cuenta? Si quedan, será para que las mantengan. Si se van, es para que las mantengan. No se quedan porque son masoquistas y disfrutan con ello. Me recuerda esto, y no puedo dejar de pensarlo sin indignarme, la frase "sarna con gusto no pica" dicha respecto de un muy conocido caso de malos tratos en España por un académico de la lengua española, el nefando Pérez Reverte.


Mito 8. Ellas también maltratan a los hombres y lo hacen en la misma medida, o más. Tras este mito viene toda una retahíla de mitos machistas: las estadísticas de violencia están falseadas, la mayor parte de las denuncias son falsas, denuncian para conseguir dinero... todas desmentidas una y otra vez con pruebas que los grupos que las manifiestan se niegan a admitir. Laviolencia cometida por mujeres existe, es condenable y está condenada en todos los países del mundo, cosa que no se puede decir de las violencias de los hombres contra las mujeres. Lo que me pregunto es ¿incluso en el caso de que fuera idéntica, que no lo es, por qué cada vez que se habla de violencia machista la conversación acaba de nuevo poniendo el foco en los hombres no como maltratadores que es el mayor número de casos sino como víctimas? 


Mito 9. Las víctimas de violencia de género son mujeres pasivas que no hacen nada para salir de su situación y no saben lo que quieren. Lo hacen y lo hacen a costa de sus propias vidas. "Hacer" no es solo salir de la situación. Hacer es sobrevivir cuando están destrozadas emocionalmente, es protegerse en la medida de lo posible, es buscar ayuda.  Sobrevivir dentro de la relación es hacer. El proceso de toma conciencia desde las primeras fases en las que la violencia es sutil y se justifica en base a todo un entramado social y cultural que nos enseña a ello, es largo para las víctimas pero es un proceso activo


Mito 10. Los asesinatos por violencia de género son casos aislados.¿Casos aislados? El terrorismo machista ha matado en España más personas (mujeres, niñas y niños) que la banda terrorista ETA.  Quizás en algunos países maten a menos que en otros, pero una sola vida sería demasiada. Un asesinato es solo una punta de iceberg de un océanos de violencias cotidianas que destruyen la autoestima, generan un miedo paralizante e impiden desarrollarse como personas libres a las mujeres que los sufren cuando están vivas.


No podemos resucitar a las asesinadas, pero tenemos en nuestras manos que las demás sigan vivas. Una de las mejores herramientas es desterrar estas falacias, las falsas creencias sobre quiénes producen y padecen, por qué se llega y cómo se puede salir de la violencia de género. 

María S. Martín Barranco
@generoenaccion

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