22 de abril de 2012

Ahí viene el albañil




Con su mochila en la mano
y su andar lento y cansado
en su mirar brillo y sombra
por lo humilde de su origen
y su magnifico destino
de ser el quien se encarga
de construirnos a todos
el nido que nos cobija.
  Muchos quizas,
lo miraran con desprecio
por su aspecto descuidado;
no sabiendo reconocer siquiera
que si no fuera por él
que con afán edifica,
ya sea una humilde casa
o una inmensa mansión,
no tendrían refugio ni amparo
ni lugar donde nacer

 Es hábil con la cuchara,
con el frotacho  ni hablar
sabe que hacer de memoria
con la escuadra y el nivel,
la plomada en sus manos baila
marcando seguridad...
va enredando entre la mezcla
 horas, sueños y cantar
en el andamio se suben
junto a los materiales
su futuro y su familia
ansias de vuelo
sueña el albañil
pegando en cada ladrillo
los anhelos que escondidos
en su corazón palpitan


En su obra con esmero
el trabaja muy contento
se gana sus alimentos
con el sudor de su frente
y sus músculos de acero.
Parece un gato trepado
en alturas y paredes
De esperanzas se cementa
la vida del constructor
Dios le dio esta vocación
de andar dándole forma
al hogar de cada uno
donde el amor y el cariño
formaran una familia
en lo que el construye

Aunque tenga mala facha,
sus manos secas, partidas,
de cal su ropa y su pelo,
es galán empedernido
cuando mira a una muchacha,
regalando elogios y silbidos
a la mujer que ha pasado
se ríe cuando el piropo
no es muy bien recibido.

 Al terminar la jornada,
vuelve a casa el albañil
cansado llega a dormir
esa es su rutina diaria,
ahí lo espera el calor
de un abrazo, de un saludo,
o tal vez solo el silencio
envuelve su descansar...
y otra vez al otro día
alrededor de las seis
al rayar el sol comienza
su faena cotidiana
tejiendo vida y futuro
con firmeza de piolín...
otro techo y otra casa
...y otras muchas
construyendo el porvenir.





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